Los malagueños sentimos un gran orgullo por el éxito de Casa Kiki, ¡quién no conoce acaso sus palmeras gigantes! Prácticamente se han convertido en un hito de la ciudad y, quien viene a Málaga, sabe que vuelve a su hogar con un regalo muy dulce bajo el brazo. Sentimos este triunfo como propio porque hemos visto crecer este negocio familiar a base del esfuerzo y cariño que han puesto sus integrantes desde sus inicios en el año 84.
La primera Casa Kiki nació en el barrio de Portada Alta y, con la gran llegada del que sería su producto estrella, fueron muchas más las tiendas que abrirían en la provincia:
- Calle Gaucín.
- Puerto de la Torre.
- Fuengirola.
- Coín.
- Estación de tren de María Zambrano.
- CC Málaga Nostrum.
Mucho más que un golpe de suerte
Las palmeras gigantes de Casa Kiki llegaron por casualidad, así mismo lo cuentan ellos. Surgió del pedido que recibieron para el cumpleaños de un familiar al que solo le gustaban las palmeras, por lo que trataron de hacer este dulce a una escala mucho mayor de lo habitual. Los invitados quedaron encantados, así que el boca a boca de los que estaban en esa reunión hizo el resto.
Un golpe de suerte muy merecido, ya que supieron aprovechar la calidad de su materia prima, el cariño puesto en la elaboración artesanal que les caracteriza, una buena gestión y, sobre todo, muchas ganas de innovar.
Actualmente, casa Kiki ofrece palmeras de más de 25 sabores diferentes porque, tal y como afirman ellos, ¡»para gustos colores«! De hecho, han innovado con sabores frescos para el verano, como el de limón, fresa, mojito, entre muchos otros. Cuando hay una palmera Kiki en la fiesta, no solo llega el momento dulce, también hace de su presencia la curiosidad por el sabor y el mensaje en la misma.
Palmeras gigantes Kiki como las ensaimadas, viajando por España
Como mencionamos anteriormente, gracias a su ubicación en María Zambrano los viajeros cuentan con la posibilidad de llevarse su palmera a cualquier parte. En caso de que no pases por allí, no tienes de qué preocuparte, hacen servicios a toda la península.
Dicen que fue un golpe de suerte y un angelito que les echó una mano pero, detrás del este triunfo, se trata también de un gran esfuerzo y pasión por lo que se hacen. Por ello, se han colado en buena parte de las celebraciones de Málaga.